lunes, 14 de abril de 2008

Shine a light


No es un documental porque tiene un concierto entero, no es un concierto porque suena a disco y no es la grabación de un disco porque la ejecución es la de un directo. Es una película sin identidad, un directo artificial con una primera fila llena de modelos con tacones y vestido de cocktail. El poco material antiguo de entrevistas no es nada novedoso ni interesante. Todo está improvisado según hacen entender ya que no hay setlist hasta un segundo antes de empezar. ¿Qué hace Scorsese entonces?

No hay comentarios: